sábado, 30 de noviembre de 2013

LA CASA DE CENA


Anduve por la Casa de Cena, último reducto de los viejos bohemios que se van con nuestra generación. Fui con Jaime C. uno de mis amigos bohemios del tiempo lindo. Pedimos una coca cola ligth, para cada uno, y estuvimos hablando de enfermedades y medicamentos (¿?). Todavía queda un trío de viejos que cantan y un bandoneón lleno de nostalgias. Había muy poca gente y no estaban las mariposas nocturnas que nos alegraban la noche. Me dio un poco de pena saber que el mundo que ando buscando, y que un día se perdió, no está por ninguna parte. Pero voy a seguir en el empeño hasta que yo también me pierda. Pasó el tiempo y no nos dimos cuenta porque nuestros mejores años los pasamos aplastados por la bota militar.

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